martes, 11 de junio de 2013

Oferta vegetariana en Puerto Ordaz

Música instrumental para acompañar el texto mientras se lee







Sabbat: festín vegetariano

Cuando de elegir una opción saludable para comer se trata, lo primero que se nos viene a la cabeza es “en la calle no encontraré nada”. Pero a pesar de lo que muchos creemos, en Puerto Ordaz sí hay un sitio para comer sano, casero y para las demandas más exigentes: ¡vegetariano! Sabbat, restaurante vegetariano ofrece múltiples opciones.
Trabajan de  7:00 a. m.  a 9:00 a. m.
y de 11:00 a. m. a 3:00 p. m. Foto: César Clemant
Carne de soya, variedad de ensaladas, sopas, granos, vegetales salteados, pastas, postres, jugos naturales e infusiones; son algunos de los platos que se ofrecen en el menú que se ofrece self-service a partir de las 11 de la mañana.
Las expectativas de finalmente encontrar comida “casera y sana” en el pequeño “break” del mediodía antes de seguir con los quehaceres de la universidad crecían luego de tener varios días comiendo la toda una variedad de comida rápida. Mientras yo pensaba (feliz) que comería deliciosamente saludable, mi compañero aún no parecía muy convencido de la aventura.
Al llegar al lugar la filosofía “verde” se hacía sentir. Decoración sencilla (pero delicada), de grandes cuadros con fotografías artísticas de vegetales, libros acerca de crecimiento espiritual y hasta fragmentos bíblicos hacían juego con la música instrumental de fondo que nos acompañó a lo largo de nuestra estancia en el restaurante.
Sin mayores restricciones que la de cancelar los 100 Bs por persona, sin recibos para retirar o cancelar antes de consumir la comida, el mecanismo es sencillo. Cada uno de los comensales toma su utensilios y tiene la posibilidad de escoger entre el bufet dispuesto de lunes a viernes.
                                                                                    ¿Qué escoger?
Ensalada de vegetales crudos. Foto: César Clemant
Previendo quedar lo suficientemente satisfecha, tomé una entrada de crema de auyama, carne de soya, garbanzos, vainitas salteadas y ensalada; mientras que mi compañero escogió un menú de arroz, ensalada de papas, ensalada verde, carne de soya y “juguito de piña”.
Más allá de la “insipidez”, que por prejuicio le atribuyen a la comida vegetariana, ambos coincidimos con la opinión de que la comida estaba gustosamente sabrosa. La combinación de sabores de los vegetales hacía una armonía deleitadora que se apoyaba con el ambiente musical del lugar.
Comentarios como “es como comer en casa”, “es muy sano y sabroso”, se escucharon a lo largo del almuerzo. Aunque hubo una expresión realmente particular que agrupó todas las impresiones de mi compañero:
-Todo está muy sabroso, pero estaría perfecto con un muslito de pollo.
Las risas no se hicieron esperar ante el comentario. Al terminar de comer decidimos quedarnos unos minutos más para disfrutar del relax del sitio y luego de degustar un ponquecito elaborado con ingredientes integrales -que no termino de agradar a mi compañero- y cancelamos nuestra cuenta.

Al final del día, en contra de todo paradigma, yo seguía aún llena, con una experiencia distinta que contar y una recomendación gastronómica para dar. 

Localización de Sabbat
Dirección de restaurante, ubicado al lado del Consulado de Chile.

Recetas para practicar
Receta: pasta vegetariana de carne de soya

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